martes, 1 de marzo de 2011

El cementerio de Soto

Una de las medidas del nacionalcatolicismo era eliminar todo vestigio de que España había sido una vez libre de supersticiones y religiones. Sabemos que algunos hombres y mujeres no eran católicos, y por ello mandaban ser enterrados de manera diferente a los que yacían en ese "camposanto". Así que se pide a los curas de cada parroquia que informen si en el cementerio de su "mando" existen símbolos que puedan ofender a la Religión Católica. El cura de Soto, Cándido Díaz Ordóñez, es muy explícito en su informe. Teniendo en cuenta que Soto y Santana era un núcleo revolucionario, donde vivían personas tan dignas como los hermanos de Arturo de Pumardenuño, o como los hermanos Herminio y Élías García (hijos de Aquilino y Telva), o el maestro José María Suárez, entre otros, es llamativo que el cura Cándido Díaz no pueda informar de las fechorías de los "rojos" en el cementerio. En el cementerio de Soto todos los muertos descansan en paz. Los que no descansan en paz son los  asesinados en las cunetas, pues Jesús "Talonario" está enterrado en la vega de Soto, y de Herminio García nada se sabe, lo mataron de Cabañaquinta a Moreda.

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