martes, 23 de noviembre de 2010

José Calleja Ordíz, dirigente obrero en Aller

José Calleja nació en Villamanín en 1894 y murió a los 34 años en Fontún-Villamanín, a donde había ido a  recuperarse, el 18 de julio de 1928, después de una larga enfermedad (tuberculosis) que fue minando su vida durante ocho años. Estaba casado con Amadora Ochoa -hija de Manuel Ochoa- y hermana de José Ochoa "El Ferraor". Tuvo cinco hijos (Luis, Antonio, Elena, Estaban y José), los que por sus relaciones con la familia Ochoa militaron en la CNT-FAI, siguiendo de este modo la línea radical de su padre José Calleja, quien no dudó en sumarse a los terceristas en 1921, y ser el referente comunista en el Concejo de Aller y en las cuencas del Caudal y del Nalón, en donde dio multitud de conferencias y mítines a pesar de su quebrantada salud. Se une con otros al SUM (Sindicato Único Minero), que se integraría orgánicamente en la CNT, pero que siempre mantuvo su ideología comunista, aunque desde que era el Delegado Regional de Aller en el Sindicato Minero Asturiano (socialista) pretendía la unidad sindical con la CNT, en contra de los planteamientos de Manuel Llaneza -tan aficionado a pactar con la patronal minera y después con el dictador Primo de Rivera-, y aunque no lo logró fue capaz de organizar el Partido Comunista y el SUM que llegaron a tener una gran influencia en las cuencas mineras.
Su intachable conducta, su corrección ideológica, su honradez -en suma- le impidió colocarse en las estructuras burocráticas del SMA y ser un "sindicalero" más, viviendo de la organización sindical. No aceptó prebenda alguna, ni favores, y desde el momento de la escisión y separación del SMA tiene que vivir de un modo muy humilde. Nada le impide continuar con su actividad política y organizativa -a pesar de la escasez de recursos económicos y de la agravada enfermedad que padecía- y hasta los últimos momentos -aquellos en que escribe a su amigo antes de marchar a Villamanín: "Soy para pocos días, me muero"- estuvo en todos los mítines y conferencias que le requerían, escribía artículos para la prensa obrera y para El Noroeste, y fue incansable defensor del indulto para José María Viñuela, obrero de Turón condenado a muerte y trocada la pena en cadena perpetua.
Sus enemigos del Partido Socialista  y del SMA (Sindicato Minero Asturiano) no lo dejaron tranquilo ni en un solo momento, tampoco sus enemigos de clase, y unos y otros laboraban por minar el prestigio de este dirigente comunista e incorruptible, hasta el extremo que en un semanario obrero publicado en Oviedo decían de´él: "¡Ese! ¡Ese!, que su cuerpo ya se asemeja al estiércol, ¡¡que le esperan ya los gusanos!!. No hagáis caso de él".
Rechazó cuando la crisis del SMA en el año 1921 (en que se pidieron responsabilidades a Manuel Llaneza y los miembros del Comité Ejecutivo) la Secretaría General del Sindicato Minero (con carácter provisional), haciendo causa común con los defenestrados dirigentes socialistas, aun habiendo estado en la cárcel durante ese tiempo y carente de responsabilidad alguna. Su lealtad orgánica iba más allá de lo imaginable. Aunque desde nuestro punto de vista aquello -que le honra- fue un error político y sindical, pues se hubiera acabado con la carrera política de sujetos como Belarmino Tomás, Manuel Llaneza y González Peña (todos ellos con una trayectoria posterior bien conocida).
Sus amigos-dirigentes comunistas de Aller- José García, Manuel Calvo y José Naveira estaban en el momento de su muerte. También su suegro Manuel Ochoa. Y a su entierro no acudieron miembros del partido socialista, pero acudieron personas que -aun lejanas a su ideología- le respetaban como dirigente obrero, entre otros el que había sido Alcalde de Aller Benjamín Bernardo, José Sela, Alfredo Castañón y José María Bernardo.
José Calleja Ordiz merece un estudio detenido de su biografía, muy extensa aún a pesar de la muerte a los 34 años. Y también como señala esta nota de "El Noroeste" :"Los obreros mineros de Asturias deben mucho a Calleja. Calleja sacrificó su vida para darla toda a la causa de los trabajadores, y los trabajadores asturianos serían indignos de que Calleja hubiera hecho eso por ellos si en estos instantes solemnes de su desaparición, no lo recordasen con emoción y gratitud".
Vivía puerta con puerta con la "Ferrería" de José Ochoa sita en el mismo solar de la Cafetería "Teyka" en Moreda. Corresponde a los trabajadores alleranos resaltar de algún modo la existencia de este dirigente obrero.

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