Se dio el caso de que a uno de Pelúgano se le ocurrió llevar la bicicleta a Laviana, al garaje "Secades", un hombre que se encuentra en ignorado paradero en la mitad del año 1938 y a quien reclaman presencia y bicicleta. El demandante es de Pelúgano (Aller), y desde luego en la medida en que tiene arrestos y coraje de titán para reclamar a un fugado la bicicleta que dejó en el garaje, se debe suponer que no tiene miedo alguno a los falangistas y a los nuevos caciques del Nuevo Estado. La bicicleta desapareció como por arte de birlibirloque o porque "Secades" era un ladrón compulsivo, o porque simplemente se quedó en el garaje después de que fuera abandonado. En el monte a "Secades" le dio una tremenda preocupación, tanta que no podía dormir- a buen seguro- temiendo que lo demandara aquel de Pelúgano cuyo nombre era Eduardo Arias Suárez. (Alguna vez hay que navegar en la comicidad, aunque no era para comicidades las persecuciones y los asesinatos). Nada se sabe de cuál fue el destino de la bicicleta, pero sí sabemos que Secades no estaba en el garaje esperando ni al reclamante ni a los falangistas. Es posible que fuera Faustino Secades Rodríguez, muerto en combate en el Puerto de Tarna el 27 de septiembre de 1937.
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