miércoles, 20 de abril de 2011

El fascismo planificó la represión: Carabanzo

El fascismo planificó la represión con meticulosidad, desde las Instrucciones de Mola hasta las listas elaboradas pueblo a pueblo, en que colaboraban las "fuerzas vivas": el cura, el boticario, los caciques, los maestros derechistas, la Guardia Civil, los funcionarios muncipales de derechas, etc. En el Concejo de Aller también existió esa planificación previa para cuando entraran y dejar "limpia" la retaguardia, a la vez que eliminar físicamente para los 40 años próximos a toda persona que pudiera oponerse a los designios de los franquistas. "Que quede limpia España para dos generaciones", dijo el generalito. Y lo consiguieron. Todavía 35 años después de la muerte del Dictador las gentes tienen miedo a hablar abiertamente en los chigres, en la calle, incluso con los vecinos. Si hablan, lo harán siempre en voz baja y mirando hacia los lados.  Pocos son los que no tienen miedo a represalias o a bochornosos comentarios de los adocenados fascistas que aún viven en el concejo. Aunque, todo hay que decirlo, ya hay menos miedo en las generaciones actuales, pero existe el inconveniente de que están sumidos en una ignorancia casi total de lo que ocurrió, incluso con sus familiares.
En agosto de 1937 se concluye la elaboración de un documento -al que llamaremos Documento para la Represión del Fascismo en Aller (DRFA)- de 72 páginas, con una introducción sobre las características del concejo y su población. Le sigue una relación de los integrantes de los Comités del Frente Popular en cada pueblo, así como sus parientes, y las propiedades que poseen. Establecen previamente responsabilidades en todos los miembros de la izquierda allerana: "y parar responder de ellas parece conveniente preparada o conocida una relación de aquellos que tienen responsabilidad civil o clase de bienes que poseen con la cuantía que se estima puedan tener cada especie de aquellos".
Así mismo una relación de todos los maestros del Frente Popular, de los funcionarios, de los comerciantes, labradores, y todos cuantos poseyeran el más mínimo bien o capital del que apropiarse en cuanto entraran, como así hicieron. Cambiaron de manos casas, prados, cuadras, ganado, y cuentas corrientes. A manos de los fascistas, "por supuesto".
No se vería libre el pueblo de Carabanzo, pues aunque perteneciera al concejo de Lena, era susceptible de ser atacado por la represión de los fascistas alleranos. Para ello confeccionaron una lista de personas de izquierda o que simpatizaban con la izquierda (con el Frente Popular), y lo pusieron a disposición de los represores a finales de agosto de 1937 (¡dos meses antes de que se derrumbara el frente militar en Asturias!).
Una pregunta queda en el aire: ¿quién o quiénes aportaron tal cantidad de datos personales, familiares, al mecanógrafo del Documento?; ¿quién estaba dentro del Ayuntamiento republicano que podía consultar los catastros y documentos de los propietarios de casas, cuadras y prados?; ¿cómo sabían cuál era el valor de cada finca de cada republicano?. ¿Cómo enviaron ese documento a los fascistas, porque evidentemente fue mecanografiado por alguien que no era del Concejo, de otro modo jamás hubiera cometido errores de bulto en los nombres de los pueblos -"Revinco", por Levinco-y de las personas? El documento parece que fue manuscrito, en donde el camuflado en el Ayuntamiento, el quintacolumnista, el traidor, iba apuntando todos los nombres, cargos, bienes y recursos, familias y parentescos. Quizás dentro unas décadas en algún archivo aparezca el Documento manuscrito, de momento disponemos de la copia del original mecanografiado.

                                                       Carabanzo


1 comentario:

  1. Hola, soy Ana Fernández Barcia, natural de Carabanzo, tengo 41 años.

    Soy nieta de Armando Fdez. (está en esa lista) y de Milagros Espinedo (también en la lista). La hermana de mi abuela, María, estaba casada con Alfredo Rodríguez Velasco (ambos en esa lista), Alfredo era teniente del ejército Republicano, que huyó por el monte al perder la guerra y acabó exiliandose en Francia, María le siguió 10 años después.

    Mi abuelo, Armando, murió cuando yo sólo tenía 8 años, pero mi abuela Milagros murió hace 4, me contó muchas historias de la época, la tuvieron presa junto con su madre y un hermano en una cárcel o cuartel falangista que había en Bóo, los detuvieron para que les dijeran dónde estaba escondido Alfredo (estaba en el monte), les golpearon, le raparon la cabeza, pero nunca delató el paradero de su propio cuñado.(Alfredo Rodríguez Velasco).

    Quiero agradecerle, de corazón, este ejercicio de historia, memoria, justicia y dignidad que tiene este blog. Este homenaje a los valientes, a los grandes luchadores por la libertad y la democracia que fueron nuestros abuelos.

    Me sirve como homenaje póstumo a mi abuela Milagros.

    Me gustaría saber como puedo conseguir el libro, gracias, un saludo.

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